El Farmacéutico de las "7 Estrellas": El Estándar de Excelencia de la OMS

¿Qué define a un buen farmacéutico hoy en día? Aunque la tecnología y la ciencia avanzan, los pilares de la profesión fueron definidos con una claridad asombrosa hace más de dos décadas.

En 1997, durante una reunión histórica en Vancouver, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el concepto del "Farmacéutico de las Siete Estrellas". Este informe no solo fue una lista de tareas, sino un manifiesto sobre las expectativas mínimas y esenciales que el sistema sanitario global tiene sobre nosotros.

¿Cuáles son estas 7 Estrellas?

Para que un farmacéutico sea efectivo en su rol, debe equilibrar siete funciones críticas que van mucho más allá de la dispensación de medicamentos:

1. Proporcionador de cuidados: Ver al paciente no como un cliente, sino como un ser humano que requiere atención de alta calidad integrada con el resto del equipo de salud.
2. Tomador de decisiones: Capacidad para evaluar, sintetizar y decidir qué curso de acción es el más seguro y eficaz, especialmente en el uso de recursos limitados.
3. Comunicador: Ser el puente entre el médico y el paciente. Un farmacéutico debe ser experto en transmitir información técnica de forma comprensible y empática.
4. Líder: En situaciones de equipo multidisciplinar, el farmacéutico debe asumir el liderazgo con responsabilidad y visión compartida.
5. Gestor: Capacidad para manejar recursos (humanos, físicos y financieros) e información de manera eficiente en el día a día.
6. Estudiante de por vida: La ciencia médica cambia a diario. El compromiso con la actualización constante no es opcional, es un deber ético.
7. Educador: Responsabilidad de formar no solo a futuros colegas, sino también de educar al público en hábitos saludables y uso racional de fármacos.

Más allá del mostrador: Conocimientos y Actitud

El grupo de Vancouver fue enfático en un punto: poseer el título no es suficiente. El farmacéutico moderno debe cultivar una tríada de competencias:

• Conocimientos específicos: La base científica técnica.
• Habilidades y comportamiento: La capacidad técnica de ejecutar procesos.
• Disposición: La actitud correcta para servir a la comunidad.

"Estas características profesionales deben ser el resultado natural de la educación básica y el entrenamiento del farmacéutico".

Conclusión: Un mapa para tu carrera

Aunque este manifiesto no profundiza en especializaciones complejas, sirve como la brújula fundamental para cualquier profesional. Si logras brillar en estas siete estrellas, no solo estarás cumpliendo con tu trabajo, estarás elevando el estándar de la salud pública mundial.

Fuente: https://www.fip.org/file/1521